2021
El lugar que nos toca vivir, el mundo que habitamos es el mismo para todos nosotros, este mundo lleno de asimetrías, de desigualdades, de diferencias, es un mundo donde no nos miramos, donde la mirada hacia los otros es cada vez más lejana, distante y carece de comprensión. ¿Cuánto tiempo dedicamos a ver al otro, a vernos a nosotros mismos, a reconocer sentimientos y sensaciones diarias?
Porque no vernos, mirar lo que nos pasa como sociedades, como culturas, como individuos, entendiendo esas diferencias, esas dificultades que tenemos en comprendernos, al no poder ver lo que le pasa al otro.
El proyecto plantea volver sobre esas necesidades, proponiéndonos dentro de “Un ring perceptivo” la idea de asomarnos y poder vernos, en un espacio donde puedan aparecer esas miradas cruzadas, diferentes, distintas, esas sensaciones y experiencias, disímiles que producen el juego de miradas, propias, ajenas, cruzadas, donde “los Espejos” colocados de modo aleatorio, nos invitan mirarnos, a reflexionar y recorrer esta experiencia.
¿Qué pensamientos aparecerán y brotarán frente a estos espejos que nos confrontan, que nos demandan atención y foco? ¿Qué cosas vemos diariamente en nuestros reflejos cotidianos que decidimos ignorar? ¿Con qué mensaje nos encontraremos si nos sumergimos en la experiencia de mirarnos de otra manera?
Una piel exterior, el contenedor, el marco, de “Un Ring perceptivo”, marca el límite físico, con la experiencia visual del interior, el de las miradas, el perímetro de un material opaco (el ladrillo) contrasta y deja ver el reflejo del interior el de “los Espejos”.
La Arquitectura expuesta es la estructura que contiene esas experiencias diferentes, disimiles y divertidas, disfrutemos de este recreo maravilloso para nuestros sentidos.
Recorramos la obra recuperando los ojos de niños, los ojos que fuimos entrenando para no sorprendernos frente a nada. Pongamos la vida en pausa durante un rato y reconectemos con quienes no conocemos, dentro y fuera.