Oficinas / 2010
Diseñar este edificio, implica, diseñar para una empresa que está en continua evolución y crecimiento. El desafío de hacerlo está definido, aun más que en otras obras, por la información, la comunicación y los continuos cambios tecnológicos.
El proyecto fue pensado para una nueva cultura, para el ADN de una nueva generación: la del Hacker, quien deja su ámbito y se convierte en el generador de contenidos multimedia.
Este lugar representa ese espíritu de libertad, poco formal, descontracturado que manifiesta esta nueva forma de trabajar.
El edificio equilibra lo austero y funcional. Resuelve las necesidades de funcionamiento: trabajar y jugar. Con este espíritu, la obra crea un ámbito de juego. Un edificio en donde poder divertirse.